Todo comienza en una
pequeña pero acogedora aldea. Acababa de estallar la primera guerra
entre la alianza de los humanos y elfos contra las temibles
abominaciones de Tinkiaran.
La humanidad nunca
conocido una guerra tan sangrienta y desagradable como la que iba a
contemplar.
Gammon un niño elfo de
apenas 12 años, buscando venganza para su padre eliminado en la
terrible guerra, acude por primera vez a la escuela de técnicas
arcanas buscando ser uno de los mayores magos que la tierra haya
contemplado jamas, nadie podía pensar lo cerca que estaba de conseguir su sueño.
-Buenos días a todos, me
llamo Grantz y os voy a mostrar todo lo que se acerca de las técnicas
arcanas, la clase de hoy será breve pero intensa, voy a comprobar el
potencial de cada uno midiendo las reservas de maná que podréis
llegar a acumular.
-”Buenos días profesor
Grantz”.
-Por favor, id pasando de
uno en uno por delante de mi mesa e iré mirando lo que me interesa
de cada uno de ustedes y lo gravare simplemente en mi mente:
-Grandil, 10 reservas
-Morten, 9 reservas
-Margil, 14 reservas
-Gammon...Esto es
imposible..este niño puede acumular infinitas reservas de maná..esto
debe de ser un error, aunque si lo es, no puedo deducir su
potencial..
-Gammon
12 reservas,quiero hablar contigo después de clase! No te alarmes
solo quiero consultarte unas cosas-dijo el profesor con la voz
tembladora.
Al
terminar las clases, Gammon se quedó en su sitio sin moverse
esperando a que todos los demás niños salieran. El profesor se
quedó unos instantes en silencio, colocó su mano encima de la
cabeza del chico y articuló dos simples palabras en elfico:
-”Nogard
Ocifle”!
Una intensa luz
desenfundó del corazón de Gmmon..
-Señor
deténgase!..La ultima vez que me pasó esto todos acabaron...
Antes
de terminar la frase, Gammon comenzó a convertirse en una extraña
criatura..Era muy hermosa, tenía un enorme cuerpo dorado, cuatro
garras que podrían desgarrar cualquier superficie, un alargado
cuello que desprendía de una cabeza magníficamente estructurada con
dos enormes cuernos de color bronce y unos ojos que superaban la
intensidad del azul del océano. De su lomo salían dos enormes alas
doradas que le daban forma así a dicha criatura..Si, era un precioso
dragón dorado. Ese era el verdadero alma de los elfos, pero este
dragón tenia algo distinto..Todos se caracterizaban por una marca,
era un pequeño arco élfico que llevaban detrás de la oreja
izquierda, pero él no lo tenia. En vez de un arco, Gammon llevaba un
enorme báculo con una enorme gema morada envuelta de muchísimos
fuegos fatuos dando vueltas alrededor de ella.
-Por el dios Rangil.. Eso solo puede significar que es el hijo de Rangar...Tiene casi las mismas características que su padre..pero desprende un poder mayor..
-Le
dije que no era una buena idea!El dragón se abalanzó sobre el
profesor arrancándole la cabeza de un solo mordisco sin que este
pudiera realizar el más mínimo intento de defensa.
Pasaron
alrededor de quince minutos y el chico volvió a la normalidad sin
mero recuerdo de lo que había pasado, solo vio el cuerpo inerte de
su nuevo profesor en el suelo y una enorme mancha roja alrededor de
su cuerpo que lo convertía todo en una escena terrorífica para un
niño de su edad. El niño intento ejecutar un hechizo de
resurrección para ver si lograba devolver el alma al cuerpo de
Grantz pero no tenía los conocimientos necesarios para ejecutar un
hechizo prohibido.
Rangar(Padre de Gammon)
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