lunes, 4 de febrero de 2013

Crónicas manchadas


Todo comienza en una pequeña pero acogedora aldea. Acababa de estallar la primera guerra entre la alianza de los humanos y elfos contra las temibles abominaciones de Tinkiaran.
La humanidad nunca conocido una guerra tan sangrienta y desagradable como la que iba a contemplar.
Gammon un niño elfo de apenas 12 años, buscando venganza para su padre eliminado en la terrible guerra, acude por primera vez a la escuela de técnicas arcanas buscando ser uno de los mayores magos que la tierra haya contemplado jamas, nadie podía pensar lo cerca que estaba de conseguir su sueño.
-Buenos días a todos, me llamo Grantz y os voy a mostrar todo lo que se acerca de las técnicas arcanas, la clase de hoy será breve pero intensa, voy a comprobar el potencial de cada uno midiendo las reservas de maná que podréis llegar a acumular.
-”Buenos días profesor Grantz”.
-Por favor, id pasando de uno en uno por delante de mi mesa e iré mirando lo que me interesa de cada uno de ustedes y lo gravare simplemente en mi mente:
-Grandil, 10 reservas
-Morten, 9 reservas
-Margil, 14 reservas
-Gammon...Esto es imposible..este niño puede acumular infinitas reservas de maná..esto debe de ser un error, aunque si lo es, no puedo deducir su potencial..
-Gammon 12 reservas,quiero hablar contigo después de clase! No te alarmes solo quiero consultarte unas cosas-dijo el profesor con la voz tembladora.

Al terminar las clases, Gammon se quedó en su sitio sin moverse esperando a que todos los demás niños salieran. El profesor se quedó unos instantes en silencio, colocó su mano encima de la cabeza del chico y articuló dos simples palabras en elfico:
-”Nogard Ocifle”!
Una intensa luz desenfundó del corazón de Gmmon..
-Señor deténgase!..La ultima vez que me pasó esto todos acabaron...

Antes de terminar la frase, Gammon comenzó a convertirse en una extraña criatura..Era muy hermosa, tenía un enorme cuerpo dorado, cuatro garras que podrían desgarrar cualquier superficie, un alargado cuello que desprendía de una cabeza magníficamente estructurada con dos enormes cuernos de color bronce y unos ojos que superaban la intensidad del azul del océano. De su lomo salían dos enormes alas doradas que le daban forma así a dicha criatura..Si, era un precioso dragón dorado. Ese era el verdadero alma de los elfos, pero este dragón tenia algo distinto..Todos se caracterizaban por una marca, era un pequeño arco élfico que llevaban detrás de la oreja izquierda, pero él no lo tenia. En vez de un arco, Gammon llevaba un enorme báculo con una enorme gema morada envuelta de muchísimos fuegos fatuos dando vueltas alrededor de ella.

-Por el dios Rangil.. Eso solo puede significar que es el hijo de Rangar...Tiene casi las mismas características que su padre..pero desprende un poder mayor..
-Le dije que no era una buena idea!El dragón se abalanzó sobre el profesor arrancándole la cabeza de un solo mordisco sin que este pudiera realizar el más mínimo intento de defensa.
Pasaron alrededor de quince minutos y el chico volvió a la normalidad sin mero recuerdo de lo que había pasado, solo vio el cuerpo inerte de su nuevo profesor en el suelo y una enorme mancha roja alrededor de su cuerpo que lo convertía todo en una escena terrorífica para un niño de su edad. El niño intento ejecutar un hechizo de resurrección para ver si lograba devolver el alma al cuerpo de Grantz pero no tenía los conocimientos necesarios para ejecutar un hechizo prohibido.

Rangar(Padre de Gammon)

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